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Semblanza
Otto Morales Benítez

Este ilustre Caldense nació en Riosucio el 7 de agosto de 1920. Estudió en la escuela pública de su pueblo, por eso no entendía de élites, ni de castas, ni de privilegios; en 1933 ingresó al colegio oficial de varones para iniciar sus estudios de educación secundaria; y luego, los continuó en Popayán, porque Riosucio había pertenecido al Estado Soberano del Cauca y la capital seguía siendo el centro político y cultural. A la edad de 19 años ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Bolivariana y al mismo tiempo lo nombraron profesor de literatura colombiana, española y universal; de este modo se fue preparando para colaborar en los periódicos.

Cuando concluyó los estudios universitarios se radicó en Manizales donde vivían sus padres; abrió oficina de abogado y se dedicó a escribir para varios periódicos de Medellín, Bogotá y Manizales. Pero el 15 de enero de 1945 lo nombraron Secretario de Gobierno, honor que declinó pues su padre le había dicho que al hombre no le daban sino tres enfermedades mortales: el juego, la minería y la empleomanía. Sin embargo el 30 de enero del mismo año lo nombraron Jefe Departamental de Debate, del Partido Liberal, con la tarea de unir al partido para las elecciones; en consecuencia recorrió todos los municipios del departamento, se reunió con los líderes de nivel medio, organizaron las elecciones y, en marzo de 1946, fue elegido diputado a la Asamblea. Desde esta tribuna promovió la fundación de la Universidad Popular de Caldas. Por estos días se casó con su prima Livia Benítez Jiménez.


Luego siguió un período de crisis nacional; brotes de violencia política en casi todo el país, como consecuencia de la reforma agraria de Alfonso López Pumarejo, en su primera administración; en este difícil ambiente Otto Morales ejercía como presidente del Directorio Liberal de Caldas. Para esta época ya era conocido en el país como ensayista, orador y escritor; en una difícil campaña política, en marzo de 1947, llegó a la Cámara de Representantes y fue bautizado con el nombre de “el Benjamín de la Cámara”. 


Como presidente del Directorio Liberal le tocó vivir toda la violencia que padeció el departamento a raíz del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948; finalizando el año 1949 se radicó en Bogotá, por su trabajo en el Congreso y por la dimensión nacional de su figura como intelectual y como político. Le correspondió padecer el recrudecimiento de la violencia durante los gobiernos de Ospina Pérez, Laureano Gómez y la dictadura militar. En esta difícil etapa Alberto Lleras fue nombrado jefe del liberalismo, en 1956, y lo nombró Secretario General, cuando el odio entre los dos partidos tradicionales era más agudo y la violencia producía asesinatos en todo el territorio nacional.

En el gobierno de la Junta Militar y en los inicios del Frente Nacional, se vinculó a la Comisión Investigadora de las Causas de la Violencia. El 8 de abril de 1959, el presidente Alberto Lleras lo llevó al Ministerio del Trabajo y el 9 de noviembre de 1960 al de Agricultura, con la tarea de impulsar la Reforma Agraria. Se retiró del ministerio, y el 12 de marzo de 1962 fue elegido Senador.

Por esta época inició el recorrido por el continente americano debido a compromisos con universidades y por la relación con líderes e intelectuales, para estudiar las ideas que inquietaban a Indoamérica. De este modo se convirtió en un personaje dedicado a analizar los problemas del continente, especialmente la historia, la filosofía, la cultura y la literatura. Tomó la bandera de la identidad mestiza como filosofía del pueblo americano y dio al mestizo un nuevo contenido.

Belisario Betancur lo nombró presidente de la Comisión de Paz en 1982, pero se retiró cuando descubrió que había “enemigos agazapados de la paz”. En varias ocasiones fue presentado su nombre como candidato presidencial pero siempre declinó esta dignidad porque consideraba que primero los partidos debían “recuperar la decencia”.

Fue jurista, político, investigador, académico y ministro y, por su constante y tesonero trabajo, durante muchos años se convirtió en “fuerza de acción”, en uno de los escritores e ideólogos que más reflexionó sobre la situación de Colombia y de América. Esto está plasmado en cerca de 200 libros publicados, que permiten entender su papel en la historia del país de los últimos 70 años.

Falleció de muerte natural, el 23 de mayo de 2015; su vida se fue apagando, en silencio, y el rostro expresó la eterna sonrisa que lo acompañó toda la vida.

Albeiro Valencia LLano

Ph.D. Historia

Coordinador Acádemico Cátedra OMB

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